jueves, 3 de febrero de 2011

Malinche conoce a Cortés.




Hay personajes históricos que después de pasados muchos años, su caso histórico debe ser revisado y su memoria restablecida. Algunos personajes han merecido una memoria de sombras y se ganaron el bronce(como la figura de algunos caudillos americanos del siglo XIX). Otros tuvieron una actuación de acuerdo a las circunstancias que les tocó vivir, y por esa razón, por jugar con las cartas que le tocó, sufrieron el desprecio de los que escribieron la historia. El revisionismo histórico crítico de estos últimos tiempos no es suficiente en contra de la historia oficial, la que escriben los que ganan las batallas del poder. 

Voy a dedicar dos entradas en mi blog a la figura de una persona que para muchos es mala palabra, pero como creo en este personaje le daré una oportunidad de ser vista (como pocas veces creo yo), en una memoria reconstruida ante la historia. ¿A quien no le gustaría que se le brinde algún día una oportunidad así, el ser absuelto por la historia?.

Malinche, Doña Marina en cristiano, malintzin en nahuatl, es este personaje en cuestión. Su imagen es la figura mas controvertida de Mexico. Una traidora, la que renegó de su raza, la que entregó a sus hermanos a los conquistadores. Dese la oportunidad de conocerla, de sufrir sus desventuras y ponerse un poco en su lugar.

Aquí les presento la crónica del ya conocido por nosotros Bernal Díaz del Castillo, el escriba de Cortés, contándonos como llegó Malinche a conocer a Hernán Cortés. Nótese el hecho de la ascendencia "real" que traía esta mujer y el motivo por el cual fue echada de su tribu.

"CÓMO VINIERON TODOS LOS CACIQUES Y CALACHIONIS DEL RÍO DE GRIJALVA Y TRAJERON UN PRESENTE

Otro día de mañana, vinieron muchos caciques y principales de aquel pueblo de Tabasco y de otros comarcanos, haciendo mucho acato a todos nosotros, y trajeron un presente de oro.


No fue nada todo este presente en comparación de veinte mujeres, y entre ellas una muy excelente mujer, que se dijo doña Marina, que así se llamo después de vuelta cristiana. Cortés recibió aquel presente con alegría, y se apartó con todos los caciques y con Aguilar, el intérprete, a hablar, y les dijo que por aquello que traían se lo tenía en gracia; mas que una cosa les rogaba, que luego mandasen poblar aquel pueblo con toda su gente y mujeres e hijos. Lo otro que les mandó fue que dejasen sus ídolos y sacrificios, y respondieron que así lo harían; y les declaramos con Aguilar, lo mejor que Cortés pudo, las cosas tocantes a nuestra santa fe, y cómo éramos cristianos y adorábamosen un solo Dios verdadero. Se les mostró una imagen muy devota de Nuestra Señora con su hijo precioso en los brazos, y se les declaró que en aquella santa imagen reverenciamos, porque así está en el cielo y es madre de Nuestro Señor Dios.


(.......)


También les preguntó de qué parte traían oro y aquella joyezuelas. Respondieron que hacía donde se pone el sol, y decían Culúa y Méjico, y como no sabíamos qué cosa era Méjico ni Culúa dejámoslo pasar por alto. El mismo fraile, con nuestra lengua Aguilar, predicó a las veinte indias que nos presentaron muchas buenas cosas de nuestra santa fe, y que no creyesen en los ídolos que de antes creían, que era malos y no eran dioses, ni les sacrificasen, que las traían engañadas, y adorasen a Nuestro Señor Jesucristo. Luego se bautizaron, y se puso por nombre doña Marina a aquella india y señora que allí nos dieron, y verdaderamente era gran cacica e hija de grandes caciques y señora de vasallos, y bien se le parecía en su persona. Diré más adelante cómo y de qué manera fue allí traída.

Las otras mujeres no me acuerdo bien de sus nombres, y no hace el caso nombrar algunas; mas éstas fueron las primeras cristianas que hubo en la Nueva España, y Cortés las repartió a cada capitán la suya y a esta doña Marina, como era de buen parecer y entremetida y desenvuelta, dio a Alonso Hernández Puertocarrero, y cuando fue a Castilla estuvo la doña Marina con Cortés y hubo en ella un hijo que se dijo don Martín Cortés.

Antes que más meta la mano en lo del gran Montezuma y su gran Méjico y mejicanos, quiero decir lo de doña Marina, cómo desde su niñez fue gran señora y cacica de pueblos y vasallos. Es de esta manera: que su padre y madre eran señores y caciques de un pueblo que se dice Painla. Murió el padre quedando muy niña, y la madre se casó con otro cacique mancebo, y hubieron un hijo y según pareció, queríanlo bien al hijo que habían habido. Acordaron entre el padre y la madre darle el cacicazgo después de sus días, y porque en ello no hubiese estorbo, dieron de noche a la niña doña Marina a unos indios Xicalango, porque no fuese vista, y echaron fama que se había muerto. En aquella sazón murió una hija de una india esclava suya, y publicaron que era la heredera; por manera que los de Xicalango la dieron a los de Tabasco, y los de Tabasco a Cortés.

Como doña Marina en todas las guerras de la Nueva España, Tlascala y Méjico fue tan excelente mujer y buena lengua, como adelante diré, la traía siempre Cortés consigo y la doña Marina tenía mucho ser y mandaba absolutamente entre los indios en toda la Nueva España."



Bernal Díaz del Castillo. "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España"

Sobre el mismo tema vea: Dos versiones de Malinche.

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