miércoles, 23 de marzo de 2011

La cruzada de los niños.

Gustave Doré. La cruzada de los niños.

La Cruzada de los niños es un evento entre la cuarta y quinta cruzada, en el año 1210, que aun no se ha determinado con exactitud qué fue lo que aconteció. Ustedes ya saben que me gusta indagar en las fuentes para conocer mejor los hechos, pero cuando se trata de hechos tan antiguos y tan ligados a lo mitológico, las fuentes son muchas veces confusas. Los historiadores están de acuerdo que en esos años, Europa vivió un movimiento poblacional bastante agitado por diversos factores, y uno de ellos por supuesto eran las cruzadas. Como bien había hablado en otro informe (Reliquias del Cristianismo. Cosas santas y otras yerbas), la Edad Media vivió el mas alto fervor religioso de todos los tiempos: veneración de objetos y personas, predicadores poseídos por la euforia, y el sentimiento siempre presente de haber sido elegidos para librar la Tierra Santa de los infieles musulmanes. 

La tradición cuenta mas detalles del evento, pero me voy a limitar al de un historiador francés que escribió sobre el tema:  

(1210) Presencióse entonces, lo que no se viera aun en aquella época tan fecunda en prodigios y acontecimientos extraordinarios. Cincuenta mil niños se reunieron en Francia y en Alemania, burlando la vigilancia de sus padres, y recorrieron las ciudades y las campiñas cantando estas palabras: Señor Jesucristo dadnos vuestra santa cruz. Cuando se les preguntaba á dónde iban y qué intentaban, respondían: Vamos á Jerusalen á libertar el sepulcro del Salvador. Algunos eclesiásticos cegados por un falso celo, habian predicado tan extraña cruzada; la mayor parte de los fieles veian en esto una inspiracion del cielo y creian que Jesucristo habia puesto su causa en manos de la sencilla y timida infancia, para hacer brillar su divino poder y para confundir el orgullo de los grandes, de los poderosos y de los sabios de la tierra.

Una gran parte de esta jóven milicia atravesó los Alpes, para embarcarse en los puertos de Italia, y los de las provincias de Francia se dirigieron á Marsella. Se les habia hecho creer bajo la fé de una revelacion milagrosa, que seria en aquel año tan grande la sequía, que el sol disiparia las aguas del mar y que los peregrinos encontrarian en el álveo del Mediterráneo, un camino espedito hasta las costas de Siria. 1 La mayor parte de estos incautos cruzados se estraviaron en los bosques y perecieron de calor, hambre, de sed y de cansancio, y algunos otros volvieron á sus hogares avergonzados de su imprudencia y diciendo que no sabian por qué se habian ido. Los que se embarcaron, unos naufragaron ó fueron entregados á los musulmanes que iban á combatir, y dicen las antiguas crónicas que muchos de ellos alcanzaron la palma del martirio, dando á los infieles el espectáculo edificante de la firmeza y del valor que la religion cristiana puede inspirar, lo mismo á la edad mas tierna que á la edad madura.

Historia de las Cruzadas. M. Michaud. 1855 

La tradición agrega a este relato el decir que los niños que llegaron a Medio oriente hicieron pensar a los Cristianos Orientales que Europa estaba en verdadera decadencia institucional, que ya no tenían guerreros para hacer frente al Islam y que se vivía una época de anarquía. Tambien se dice que de siete barcos que zarparon (porque el mar finalmente no se abrió), dos naufragaron y los otros que llegaron, vendieron a los niños como esclavos. Bien pudieron estos niños ser engañados por los marinos. 


Este escritor, con ausencia total de espíritu crítico, (suele suceder con alguno que otro historiador) nos habla de las Cruzadas como una época llena de acontecimientos "extraordinarios", visión de la historia muy romántica por cierto. Este historiador francés, que repite lo que otros ya habían escrito antes, ensalza el martirio del Cristiano al mejor estílo "Al-Qaeda", y nos muestra a una Iglesia ausente, como que los niños fueron encantados por un "flautista de Hamelin" y conducidos a su muerte sin el consentimiento de la Iglesia. Sin embargo lo que hay es una Iglesia de brazos cruzados (entiéndase cruzados en su sentido no bélico), ante esta demostración de fanatismo sin límites. 


¿Fue cierto? No lo sabemos con exactitud, pero sí lo fue... fue una loca aventura a la muerte.

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