Sosteniendo la "lanza de Longrinos". |
“Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo,
cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera
salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por
causa mía, la salvará” Mateo 16:24-25
Podemos decir con certeza que la actitud del Cristiano frente a la muerte (me refiero al que lo es convencido de serlo), es de total resignación. Fácil es entenderlo al pensar en la importancia que da la Biblia a la vida después de la muerte y el cúmulo de promesas que Dios hace al respecto. Con dichas promesas la vida en la tierra, pasajera, es una simple sombra de lo que vendrá. Podremos ver claramente el efecto de dichas promesas, también, en la actitud de la iglesia primitiva frente a la persecución: leones, gladiadores, torturas al no negar su fe, etc, etc...
Pero no todos los Cristianos viven esta realidad, mejor dicho, no conciben la realidad venidera y se sienten demasiado cómodos en su vida terrenal y la muerte, asusta.
La cita bíblica del principio parece encajar como un mal chiste en la anécdota que voy a contarles. Depende como usted lo vea estaremos incurriendo en chismes y no en historia, eso júzguelo usted. La información se conoce a traves de Stefano Infessura de su obra Diarium urbis Romae (Diario della Città di Roma), una crónica de la ciudad de 1294 a 1494.
Atención: No soy Testigo de Jehova y apoyo las transfusiones de sangre. Simplemente notaran mi ánimo anticlerical en mis escritos y las razones que tenía este Papa para temer a la muerte.
Atención: No soy Testigo de Jehova y apoyo las transfusiones de sangre. Simplemente notaran mi ánimo anticlerical en mis escritos y las razones que tenía este Papa para temer a la muerte.
En ese momento apareció en Roma un "médico judío", según unos o, “un místico", según otros, que ofreció cambiar la sangre del viejo Papa "por la de jóvenes plenos de vigor y salud". Visto lo desesperado de la situación se hicieron los arreglos correspondientes y, se obtuvieron los donadores "voluntarios", 3 (2, según otros) niños de 10 años, autorizados por sus respectivas familias, mediante el pago de un ducado de oro a cada una.
Una versión dice que la sangre fue extraída a los niños y transfundida al Papa. Otra versión refiere que el pontífice solamente bebió la sangre (como un brebaje) pero que, cuando se dio cuenta de lo que le estaban haciendo tomar, ordenó perseguir al "médico judío" para someterlo a juicio. Sobre la causa de la muerte del pontífice, hay quien afirma que fue por una obstrucción circulatoria, a consecuencia de la transfusión. Lindeboom asevera que al ser sangrados los niños, como la sangre se coagulaba constantemente, la transfusión no fue intentada. Cuando se trató de detener al "médico judío", éste había huido, desapareciendo para siempre. También se afirma que, para obtener la sangre de los niños, se les cortaron las carótidas (los degollaron). La extracción de sangre de los donantes, resultó, consecuentemente, en la muerte de todos, por hemorragia.
En esta web se equivocaron de retrato no es Cybo, es Inocencio X. |
Parece que este hombre no leía la Biblia. Se hubiera parecido un poco mas a un Cristiano si lo hubiera hecho.
Fuentes:
Sagan, C. El mundo poseído por demonios, en: El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la obscuridad. Editorial Planeta, S.A., 1997.
La sangre, consideraciones historicas e ideologias relacionadas. Dr. Guillermo Murillo-Godínez.
Para mas discusión sobre Inocencio VIII y sus secretos:
La ruta prohibida. Javier Sierra. Portal Planeta. 2007.
Muuuuuy interesante. Curiosamente, en lo Simpsons hicieron una parodia de esta historia. Cuando le hacen una transfusión al Sr. Burns con la sangre de Bart. (je je) Ese tampoco leyó la Biblia.
ResponderEliminarEl Vicario de Cristo puede hacer lo que quiera malditos herejes!!!
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