Ha ocupado toda la segunda mitad del siglo XX y aún no tiene vislumbrado su final. El conflicto Árabe-israelí es uno de los mas televisados y preocupantes de todos los tiempos. En este año 2011 en el cual países latinoamericanos como Argentina y Uruguay han reconocido al Estado Palestino, es bueno hacer una breve aportación para entender un poco más los motivos de la lucha. Dennis Prager, por la universidad Prager, nos explica en breve la historia del conflicto.
Viaje intenso y necesario por lugares que nunca anduve y mi regreso repetitivo a casa.
martes, 25 de enero de 2011
domingo, 23 de enero de 2011
Despierten a los muertos!! Necesitamos ejemplos cívicos.
Este título que me inventé es un grito motivado por la frustrante realidad política latinoamericana. Es hora de invocar la sombra de aquellos que fueron ejemplos de civismo para su generación. Es hora de que nos den cátedra personajes del pasado que supieron hacer las cosas con una conciencia política tan desarrollada que nos doblarían de rodillas en actitud casi religiosa hacia su persona. Existen en el pasado muchos personajes ejemplares que ya quisieran enseñarnos a vivir, es solo leer sus acciones, sus huellas en la historia. No en vano se los recuerda.
Según pude leer en las noticias, el presidente de Venezuela, (que ahora está gozando de poderes especiales otorgados por el anterior parlamento, por el cual "Su Excelencia", puede dictar leyes de todos los colores y formas y nadie se le puede oponer), no derogaría como antes había dicho esa "Ley habilitante" y seguiría legislando hasta que dure todo el período de esa ley, o sea 18 meses. Esos poderes especiales se le fueron otorgados por un parlamento mayoritariamente oficialista por motivo de las peores inundaciones que vivió Venezuela en los últimos años. Vaya casualidad que durante su potentado estado de poderes, comienza a legislar el nuevo parlamento integrado por una gran cantidad de opositores. Lo que me animo a pensar en voz alta es que el presidente no se anima a enfrentar un parlamento nuevo con muchos escaños ganados por la oposición peligrando así su "Revolución Bolivariana".
Inmediatamente surgió en mi mente el recuerdo de un héroe romano del período de la República, fue inevitable. Se me presentó el recuerdo y no lo contuve. Mentiría si dijera que vino Él en persona a hablarme, y ustedes no me creerían (por supuesto que es mentira!!). Al llegar el recuerdo de la hazaña de este Señor, lo único que tuve que hacer es refrescar la información que sobre él tenía.
Hablo de Lucio Quincio Cincinato, las antípodas políticas de Chavez.
Una breve introducción sobre el sistema político de la República de Roma:
Roma era gobernada por el Senado, y a la vez ellos nombraban a dos consules con igualdad de poderes por un año. "Si a Roma le amenazaba un grave peligro, interno o externo, el Senado nombraba un dictador por un periodo de seis meses y le investía de un poder ilimitado sobre la comunidad, incluida la vida de los ciudadanos. En tiempos de guerra o situaciones que exigían decisiones rápidas prefería confiar el poder a un solo hombre, a una sola voluntad. En tales momentos es peligroso dividir el poder supremo entre personas de igual autoridad. El de dictador era pues un cargo limitado, excepcional, y nadie podía ejercerlo por mas de seis meses; cumplida su misión, el cesante volvía a ser un ciudadano cualquiera, dispuesto a rendir cuentas sobre las medidas tomadas durante su mandato."
Cincinato entra en acción:
"Cierta vez, los romanos se enzarzaron en una peligrosa guerra contra un pueblo vecino, los eucos. Sobrevinieron malas noticias: uno de los cónsules era de una incompetencia militar increíble. Desesperados, los romanos solo vieron una solución: concentrar todos los poderes en manos de un solo hombre. Y eligieron a Cincinato (cabello ensortijado), un patricio que adquirió fama como cónsul por su valor y su talento político. Cuando los enviados del senado llegaron a la pequeña granja que Cincinato poseía al otro lado del Tíber para comunicarle el resultado de la votación, el antiguo cónsul estaba arando su campo.
A la mañana siguiente se presento en el Foro con toga de dictador orla de púrpura y llamó a todos los romanos a todos los ciudadanos a las armas. Los encuadró en legiones y se puso al frente de las tropas. A medianoche, el ejercito romano llegaba al campo de los ecuos y, amparado por la oscuridad, rodeó al enemigo y erigió una empalizada a lo largo de sus líneas. Terminado casi el trabajo, Cincinato ordenó a los suyos que profirieran gritos de guerra. Los compatriotas cercados por el enemigo se animaron y lanzaronse al ataque; y con sus fortificaciones ya terminadas, el dictador los secundó. Los ecuos, cogidos entre dos fuegos, pidieron la paz. Cincinato les permitió marchar libres a condición de rendir las armas y entregar los jefes a los romanos. Cumplida su misión, el dictador se despojo de la toga orlada de púrpura, transcurridos apenas seis días, y aunque aún podía prolongar el poder durante seis meses, se reintegró a su arado. En adelante, Cincinato constituyó un símbolo del espíritu cívico de los romanos.
La ciudad estadounidense de Cincinnati perpetúa su recuerdo. Se la denominó así en homenaje al que entonces se consideraba como el Cincinato de los Estados Unidos: George Washington.
Veinte años después de su victoria sobre los ecuos, Cincinato volvió a salvar a su pueblo. Un romano influyente, Espurio Melio, intentó en 439 un golpe de estado. Al menos, se le acusó de ello. Hombre riquísimo, al ser Roma afligida por el hambre pensó que podría apoderarse del mando gracias a su fortuna. La situación era tan desesperada que, según Tito Livio, había quienes se arrojaban al Tíber para acortar sus sufrimientos. Fue entonces cuando Melio compró mucho trigo a los etruscos y lo repartió entre el pueblo hambriento.
Distribuyó trigo a la plebe, que le seguía por doquier seducida por los regalos, consiguiendo que le miraran y exaltaran sobrepujando toda medida decorosa para un particular; prometíanle formalmente el consulado por sus favores y promesas; él mismo, en fin (que hombre es insaciable con cuanto le ofrece la fortuna), aspiró a metas más elevadas y prohibidas
Desde luego, Melio tenía intentiones ambiciosas e inconfesables y las autoridades pronto obtuvieron pruebas de su culpabilidad. Se supo que Melio almacenaba armas en su casa, que mantenía reuniones secretas, que forjaba planes para destruir la república y sobornaba a los tribunos del pueblo. La libertad de Roma estaba en peligro y amenazada, y juzgose que solo un dictador podía salvarla. Se eligió otra vez a Cincinato. Ten{ia entonces ochenta años, pero su vigor físico e intelectual estaba aun intacto. Envio a Servilio (jefe de la caballería, magister equitum) para comunicar a Melio que el dictador le llamaba. Melio comprendió que aquella citación era sospechosa y huyo pidiendo protección al pueblo. Pero Servilio le detuvo y le dio muerte. Después, relató los hechos a Cincinato y éste atájole: "Cayo Servilio, ¡Gracias por tu valor! ¡El Estado se ha salvado!""
Según pude leer en las noticias, el presidente de Venezuela, (que ahora está gozando de poderes especiales otorgados por el anterior parlamento, por el cual "Su Excelencia", puede dictar leyes de todos los colores y formas y nadie se le puede oponer), no derogaría como antes había dicho esa "Ley habilitante" y seguiría legislando hasta que dure todo el período de esa ley, o sea 18 meses. Esos poderes especiales se le fueron otorgados por un parlamento mayoritariamente oficialista por motivo de las peores inundaciones que vivió Venezuela en los últimos años. Vaya casualidad que durante su potentado estado de poderes, comienza a legislar el nuevo parlamento integrado por una gran cantidad de opositores. Lo que me animo a pensar en voz alta es que el presidente no se anima a enfrentar un parlamento nuevo con muchos escaños ganados por la oposición peligrando así su "Revolución Bolivariana".
Inmediatamente surgió en mi mente el recuerdo de un héroe romano del período de la República, fue inevitable. Se me presentó el recuerdo y no lo contuve. Mentiría si dijera que vino Él en persona a hablarme, y ustedes no me creerían (por supuesto que es mentira!!). Al llegar el recuerdo de la hazaña de este Señor, lo único que tuve que hacer es refrescar la información que sobre él tenía.
Hablo de Lucio Quincio Cincinato, las antípodas políticas de Chavez.
Una breve introducción sobre el sistema político de la República de Roma:
Su estatua en el estado de Cincinnati |
Cincinato entra en acción:
"Cierta vez, los romanos se enzarzaron en una peligrosa guerra contra un pueblo vecino, los eucos. Sobrevinieron malas noticias: uno de los cónsules era de una incompetencia militar increíble. Desesperados, los romanos solo vieron una solución: concentrar todos los poderes en manos de un solo hombre. Y eligieron a Cincinato (cabello ensortijado), un patricio que adquirió fama como cónsul por su valor y su talento político. Cuando los enviados del senado llegaron a la pequeña granja que Cincinato poseía al otro lado del Tíber para comunicarle el resultado de la votación, el antiguo cónsul estaba arando su campo.
A la mañana siguiente se presento en el Foro con toga de dictador orla de púrpura y llamó a todos los romanos a todos los ciudadanos a las armas. Los encuadró en legiones y se puso al frente de las tropas. A medianoche, el ejercito romano llegaba al campo de los ecuos y, amparado por la oscuridad, rodeó al enemigo y erigió una empalizada a lo largo de sus líneas. Terminado casi el trabajo, Cincinato ordenó a los suyos que profirieran gritos de guerra. Los compatriotas cercados por el enemigo se animaron y lanzaronse al ataque; y con sus fortificaciones ya terminadas, el dictador los secundó. Los ecuos, cogidos entre dos fuegos, pidieron la paz. Cincinato les permitió marchar libres a condición de rendir las armas y entregar los jefes a los romanos. Cumplida su misión, el dictador se despojo de la toga orlada de púrpura, transcurridos apenas seis días, y aunque aún podía prolongar el poder durante seis meses, se reintegró a su arado. En adelante, Cincinato constituyó un símbolo del espíritu cívico de los romanos.
La ciudad estadounidense de Cincinnati perpetúa su recuerdo. Se la denominó así en homenaje al que entonces se consideraba como el Cincinato de los Estados Unidos: George Washington.
Veinte años después de su victoria sobre los ecuos, Cincinato volvió a salvar a su pueblo. Un romano influyente, Espurio Melio, intentó en 439 un golpe de estado. Al menos, se le acusó de ello. Hombre riquísimo, al ser Roma afligida por el hambre pensó que podría apoderarse del mando gracias a su fortuna. La situación era tan desesperada que, según Tito Livio, había quienes se arrojaban al Tíber para acortar sus sufrimientos. Fue entonces cuando Melio compró mucho trigo a los etruscos y lo repartió entre el pueblo hambriento.
Distribuyó trigo a la plebe, que le seguía por doquier seducida por los regalos, consiguiendo que le miraran y exaltaran sobrepujando toda medida decorosa para un particular; prometíanle formalmente el consulado por sus favores y promesas; él mismo, en fin (que hombre es insaciable con cuanto le ofrece la fortuna), aspiró a metas más elevadas y prohibidas
Desde luego, Melio tenía intentiones ambiciosas e inconfesables y las autoridades pronto obtuvieron pruebas de su culpabilidad. Se supo que Melio almacenaba armas en su casa, que mantenía reuniones secretas, que forjaba planes para destruir la república y sobornaba a los tribunos del pueblo. La libertad de Roma estaba en peligro y amenazada, y juzgose que solo un dictador podía salvarla. Se eligió otra vez a Cincinato. Ten{ia entonces ochenta años, pero su vigor físico e intelectual estaba aun intacto. Envio a Servilio (jefe de la caballería, magister equitum) para comunicar a Melio que el dictador le llamaba. Melio comprendió que aquella citación era sospechosa y huyo pidiendo protección al pueblo. Pero Servilio le detuvo y le dio muerte. Después, relató los hechos a Cincinato y éste atájole: "Cayo Servilio, ¡Gracias por tu valor! ¡El Estado se ha salvado!""
Texto extraido de: 'Historia Universal Tomo 3 - ROMA'
Ediciones Daimon, Autor: Carl Grimberg (pags 29-30).
Por supuesto se habrá dado cuenta a donde quería llegar. Quise hacer un parangón entre el actual "Dictador venezolano" y la figura de Cincinato. ¿Por qué razón sigue Hugo Chavez usando la toga de dictador? ¿Conocerá este señor la historia de Cincinato? Debería darle vergüenza si la conoce.
Realmente es un fenómeno nacido de nuestra América Latina. Un presidente con el poder de legislar es un dictador, y para los oídos de las personas del siglo XXI esa es una fea palabra. Para los romanos era un acto de confianza salvadora el ponerse en las manos de un dictador que los librara del enemigo. Para los ciudadanos actuales y cabales, lo que hizo el parlamento venezolano es traición a su pueblo, darle un revolver al simio y que disponga a su antojo.
Cincinato deja el arado para dictar leyes al pueblo. Cuadro de Ribera, 1806. |
sábado, 22 de enero de 2011
¿Donde está la Revolución?
Entre estas, siempre según los cables, figuran las comisiones ilegales cobradas por funcionarios a cambio de concesiones y cuyo monto es depositado en cuentas abiertas, a su nombre o al de personas interpuestas, en bancos extranjeros. Un informe de la legación (61899) recoge la información proporcionada sobre este asunto por un empresario suizo: "Como en cualquier lugar en el mundo, un contrato de un millón de dólares supone (para el comisionista cubano) 100.000 dólares en el banco".
El informe fechado en el 2006, cuyo contenido en líneas generales es reafirmado en cables de años posteriores (250873), señala que estos funcionarios no son tanto miembros de la elite revolucionaria como pragmáticos que se han hecho un espacio dentro de un rígido sistema comunista. Cita como ejemplo al ex ministro de Turismo Ibrahin Ferradaz, destituido en el 2004 por corrupción. Había sido nombrado en 1999, en sustitución de Osmany Cienfuegos, defenestrado tras el cese de varios ejecutivos de las empresas turísticas Rumbos, Horizontes y Cubanacán. La cadena británica BBC afirmó entonces que habían desaparecido de Cubanacán varios millones de dólares, extremo negado oficialmente.
La información enviada al Departamento de Estado por su representación en La Habana menciona como "ampliamente rumoreado como corrupto" al general Julio Cesar Regueiro, casado con Dania Rodríguez, hija de quien fuera vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Carlos Rafael Rodríguez. "Algunas instalaciones del Estado son administradas, de hecho, por 'mafias". En esta línea, un cubano dijo al consejero político de la Sección de Intereses que el director de un centro de distribución de pan colocó a sus amigos en centros decisivos y controla toda la cadena estatal de panaderías.
Pese a las campañas y sanciones oficiales contra las prácticas corruptas, que incluyeron el despliegue de 30.000 jóvenes del Partido Comunista Cubano (PCC) y de la Liga de Estudiantes para inspeccionar gasolineras y libros de contabilidad del sector hotelero, esas prácticas "reinan" en Cuba, donde la mayoría de sus 11,2 millones de habitantes trabaja en empresas del Estado, al mando de todos los recursos en oficinas, almacenes y escaparates. El ex embajador español Carlos Alonso comentó a los diplomáticos estadounidenses : "La corrupción es necesaria para sobrevivir. Y cuando en la mayoría de los países de América Latina, un escándalo de corrupción consiste en que una persona robe once millones de dólares, en Cuba es que cada uno de los once millones de cubanos robe un dólar"
Para la legación estadounidense, profundamente anticastrista, ese monopolio estatal hace que "corrupción y robo sea la misma cosa". "Las prácticas corruptas incluyen el soborno, la malversación de los recursos estatales y los chanchullos contables", señala el cable. En esta línea, se destaca que muchos de los puestos potencialmente más rentables suelen ser asignados sobornando al funcionario que decide. "Por ejemplo, un trabajo con acceso a una gasolinera puede costar miles de dólares, (pues permitirá al beneficiario traficar con el combustible)". Un trabajo en el sector turístico, con acceso a las propinas, puede costar cientos de dólares. "Un cubano en el paro nos dijo que conseguir un trabajo en la empresa estatal puntera CIMEX (Comercio Interior Mercado Exterior) le costaría más de 500 dólares".
Los policías "son famosos por aceptar sobornos" tras imputar a los conductores una miríada de transgresiones, escribe Michael Parmly, que dirigió la oficina diplomática en La Habana entre los años 2005 y 2008. "Son tan corruptos que el gobierno renueva las filas del cuerpo con reclutas no maleados del Este (de la isla). Pero a medida que el tiempo pasa, las nuevas plantillas llegan a ser tan corruptas como las antiguas, y hay que incorporar otra nueva tanda para reemplazarles".
Para la legacion deiplomática, el robo y la corrupción de supervivencia son generalizados en los sectores del turismo, el transporte, la construcción y la distribución de alimentos, que funcionan en paralelo a un mercado negro del cemento, la pintura y la madera. Cita el caso de una mujer que confesó a sus funcionarios haber podido arreglarse la dentadura "pagando divisas a una clínica dental clandestina, dirigida por dentistas del Ministerio de Salud y equipada con material robado al Estado". El dueño de uno de los pequeños restaurantes por cuenta ajena autorizados por el gobierno (paladares) fue visto salir del local en un vehículo con matrícula del Ministerio del Interior (MININT), detalle presentado como prueba de que en los cuerpos de seguridad también hay quien se lucran en negocios privados.
Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), presentes en todas las manzanas de edificios de Cuba y al cargo de la distribución de determinadas mercancías, aplican dos criterios a la hora de asignar los productos más demandados, televisiones y frigoríficos, por ejemplo. "Las credenciales revolucionarias (de los peticionarios)... y su capacidad adquisitiva".
Otro despacho enviado a Washington en el año 2009 (194480) efectúa la siguiente valoración: "La corrupción en Cuba es una herramienta de supervivencia aceptada. Los cubanos ganan una media de 18 dólares al mes, y los mandos medios policiales perciben esa cantidad". No obstante, precisa que conductas consideradas corruptas en Estados Unidos, como el conflicto de intereses o el tráfico de influencias, son procedimientos normales en Cuba.
Las autoridades toleran las corruptelas de supervivencia hasta cierto punto, pero cuando saben de desvíos importantes actúan con severidad. En ese sentido, la Sección de Intereses comunica a Washington, en el año 2007 (102674), la versión de que el ex ministro de Justicia Roberto Sotolongo fue destituido por estar implicado en una trama de corrupción relacionada con el cobro por el acceso a cuentas de internet, y por el hecho de un subordinado fuera detenido tratando de salir ilegalmente de Cuba con 25.000 dólares. En el mismo, despacho cita una fuente, que califica de fiable, que atribuye al ex ministro cargos más graves: participación en el tráfico de migrantes. La cúspide del partido también fue alcanzada cuando Juan Carlos Agramonte, miembro del Buró Político, fue encarcelado en el 2006 por corrupción.
Fuente: El Pais. Madrid.
Fuente: El Pais. Madrid.
jueves, 20 de enero de 2011
Revolución Farroupilha
La provincia de San Pedro de Río Grande – conocida como Río Grande del Sur – había sido una preocupación constante de las autoridades brasileñas desde que en 1815 se deslizara, a través de las no bien delimitadas fronteras, la prédica artiguista sobre independencia, gobiernos populares y federación de Pueblos Libres.
Los ríograndenses, sobre todo los habitantes de la campaña, tenían mucho de común con los pobladores rurales de las Provincias Unidas del Plata: eran gaúchos, tan de a caballo como los gauchos de las cuchillas orientales o de la pampa occidental; vestían bombachas (como los uruguayos y entrerrianos), en vez del chiripá de los porteños, pero usaban el lazo con igual destreza, bebían mate y expresaban en un portugués de acento sudista, giros de lenguaje curiosamente semejantes. Hasta su manera de combatir era, como aquellos, el clásico entrevero de la “montonera” : grupos de jinetes cargando de sorpresa, para desbandarse y rehacer el ataque inmediatamente.
En 1835, se inicia en Río Grande la guerra separatista de los farrapos o faroupilhas (harapos, harapientos) que durará diez años. El jefe de la insurrección es Bento Gonçalvez da Silva, en todo un caudillo rioplatense : estanciero de pocas palabras y letras, su gran prestigio – por sereno, valiente y servicial – estuvo entre los gaúchos de la campaña que no entre los doctores y comerciantes de Porto Alegre y las ciudades de la costa; y se entendió mejor con los estancieros como él que gobernaban en el Plata, que con los políticos y cortesanos de Río de Janeiro Su gran defecto, el mismo de tantos caudillos argentinos, fue su bondadosa ingenuidad.
Los gaúchos, la gran mayoría de la provincia, fueron el fermento y el apoyo de la revolución : por eso se la llamó despectivamente de los farrapos. Sólo una minoría de habitantes de las ciudades, apoyados en funcionarios y militares imperiales, permaneció leal a la unidad brasileña : se les dijo caramurús, como a los portugueses de los tiempos coloniales.
La insurrección del “continente” – nombre familiar de Río Grande – fue precedida por un acercamiento de los farrapos con los orientales y argentinos; pues nada querían saber aquéllos con Río de Janeiro, extraña por cortesana y alejada por la distancia, y mucho los acercaba en cambio a sus vecinos del sur: las estancias ganaderas de Río Grande poco tenían de común con las fazendas y engenhos del norte donde se plantaba y elaboraba el azúcar y el café. Era otra manera de vivir, y tal vez por eso, esos otros ideales, otra mentalidad.
Federación con los Estados del Plata.
La idea de separar a Río Grande de Brasil y federarlo con las repúblicas del Plata cunde hacia 1828. En esos años vivía desterrado en Cerro Largo, en el Estado Oriental del Uruguay, cerca de la frontera con Río Grande, un viejo revolucionario pernambucano – el padre Caldas – quien en 1825 fuera uno de los promotores de la fracasada Confederación del Ecuador, la cual mantuvo por algún tiempo, la independencia del Imperio.
La animosidad del padre Caldas contra Brasil y la monarquía lo llevará a poner en contacto a Bento Gonçalvez con Lavalleja, el héroe de los 33 orientales contra la dominación brasileña. Por medio de Lavalleja, Gonçalvez establece comunicación con Rosas, gobernador de Buenos Aires.
En 1834 – Rosas había dejado el poder, pero era grande su prestigio en la provincia y en la Confederación Argentina – un emisario de Gonçalvez, Antonio Pauso de Fontoura, va a Buenos Aires a entrevistar al Restaurador porteño y pedirle su apoyo para insurreccionar Río Grande. Rosas habría contestado que éste no faltaría...
"... desde a hora em que os liberaes do Continente erguessem uma bandeira que traduzisse por manera inilludivel as suas efeectivas aspiraçoes políticas.” (1)
En otras palabras, que apoyaría a los insurrectos de Río Grande, si éste se independizaba de Brasil.
Los contactos habrían seguido durante 1835; el historiador riograndense Walter Spalding afirma que ese año la esposa de Lavalleja, Ana Monterroso, actuaba en Porto Alegre como agente de Rosas. (2)
Hasta 1834 había existido un obstáculo para el levantamiento. Fructuoso Rivera ocupaba la presidencia del Estado Oriental y estaba vinculado a los caramurús, especialmente al general Bento Manuel Ribeiro, jefe imperial de la provincia. Era imprescindible para los farrapos la pérdida de influencia de Rivera. En 1834 cuando es Presidente Manuel Oribe, y ha roto estrepitosamente con su antecesor (Rivera debe correr a refugiarse cerca de Bento Manuel), parece llegado el momento del estallido. Gonçalvez sondea a Oribe, quien promete su apoyo con esperanzadas palabras :
“... unidas las dos repúblicas de Uruguay y Río Grande, formarían un coloso capaz de resistir la totalidad de las falanges brasileñas.” (3)
El 20 de septiembre de 1885 se inicia la revolución, de apariencia inocua en su etapa inicial: deponer al Presidente de la provincia, amigo de los caramurús, y sustituirlo por el vicepresidente simpatizante con los farrapos. Gonçalvez habla en sus proclamas del “trono constitucional” y de la “integridad del imperio”. Pero Rosas y Oribe saben a qué atenerse. El primero – desde abril es nuevamente gobernador de Buenos Aires y jefe virtual de la Confederación Argentina – instruye a los gobernadores de Entre Ríos y Corrientes por circular reservada (según informa un agente imperial)...
“... previniéndoles que conviene a los intereses de la Confederación que triunfe el coronel Bento Gonçalvez, y que para ese efecto espera de los dichos gobernadores que presten directamente la cooperación que les fuere posible, y muy particularmente para vigilar que no pase de dichas provincias ningún hombre que pueda tener parte a favor del Ecmo. Señor general Bento Manuel.” (4)
Independencia de Río Grande. (1836).
Las primeras acciones bélicas no son felices para los revolucionarios. En junio de 1836 el mayor caramurú Manuel Márquez de Souza, consigue, por un audaz golpe de mano, apoderarse de Porto Alegre, la capital de la provincia que estaba en poder de los farrapos desde la iniciación de la lucha; ya no volverá a recaer en los insurrectos. A su vez Bento Manuel, reforzado con tropas llegadas de Río de Janeiro y protegido por la escuadra imperial de Juan Pascual Grenfell, apresa el 2 de octubre en Fanfa a Bento Gonçalvez y al ideólogo de la revolución, el conde italiano Tito Livio Zambecarri.
Tal vez para levantar el entusiasmo o para erguir la bandera inilludivel exigida por Rosas, el coronel revolucionario Souza Netto había proclamado el 11 de septiembre, después de derrotar a una partida imperial en Seival, la “República Independiente de Río Grande”. No obstante el apresamiento de Gonçalvez, el 6 de noviembre se instala en forma solemne en la villa de Piratinim el “Congreso Nacional” de la nueva República, que dispone el aparato exterior de un estado soberano : bandera (oro y verde, atravesada en diagonal por la franja punzó de Artigas), escudo, constitución, representantes diplomáticos, etc.
Gonçalvez es elegido presidente, reconociéndolo caudillo de Río Grande no obstante su prisión; en su ausencia ejercerá un vicepresidente.
Poco antes de la instalación del Congreso (14 de octubre), el comandante de las fuerzas revolucionarias Joao Manuel de Lima é Silva (hermano del ex Regente del Imperio, general Francisco de Lima é Silva, y tío del futuro duque de Caxias, Luis de Lima é Silva), escribe a Rosas :
“En nome dos Livres desta parte de América reclamo de V. Excia. que se ha sempre rapresentado como o denodado Deffensor da systema federativo, sua enérgica e valiosa protecçao. Nao consintió V. Excia, que os retrógados unitarios tryumphem dos Livres federais riograndenses.
V. Excia. nao ignora a protecçao que Fructuoso Rivera e seus complices tem escandalosmante dado ao traidor Bento Manuel. E os maiores compions da monarchia no Brasil, quanto a sorte desde provincia se acha ligada ao Estado vizinho.
Finalmente Senhor : A independencia do Río Grande do Sul, é a Federaçao com esse Estado, está solememente proclamada pelas forças liberaes que se achao em campo. Protegea V. Excia., e a causa da Razao e da Justica tryumphará, e o nome de V. Excia. será repetido com a gratidao e respeito de que se torna credor o Protector da independencia da Republica da Río Grande.” (5)
El 14 de noviembre el ministro de Relaciones Exteriores de la nueva República, José Pinheiro de Ulhoa Cintra, envía a Buenos Aires al médico José Carlos Pinto portando a Rosas la comunicación oficial de la independencia. Lo acredita también...
“... para tratar com essa Republica negocios, que nao só direm respeitos de reconhocimento de sua independencia e soberanía, mas tambem a boa amizade e recíprocos intereses d’ambos Estados.” (6)
Pero Rosas, envuelto en la guerra con Bolivia, no puede tomar en 1836 una actitud definida de protección a Río Grande, que lo llevaría a una guerra formal con el Imperio. Se limita a recibir “particularmente” a Pinto, y a ofrecerle bajo cuerda la ayuda posible.
Cambio de frente. (marzo de 1837).
Fructuoso Rivera, como lo anuncia Lima é Silva en su carta a Rosas, era enemigo de los farrapos y amigo de los caramurús. En la misma posición estaban los emigrados argentinos en Río Grande pertenecientes al partido unitario, entre ellos Lavalle. Tanto Rivera como Lavalle tomaban parte en la guerra riograndense a las órdenes de Bento Manuel.
Manuel tiene un plan para sujetar a los poderosos amigos de los farrapos: apoyar con las fuerzas imperiales a Rivera para que recobre el poder en la República Oriental; luego ayudar a los unitarios para derrocar a Rosas. En enero de 1837 le da los medios de invadir el Uruguay y derrocar a Oribe, porque según informa el jefe caramurú a Río de Janeiro :
“... aposandose o general Rivera do mando da República, fará cesar a protecçao que presentemente se acorda aos rebeldes dos quaes he odiado; é como tem absolutamente rompido com o Governo de Buenos Aires, de neccesidade lhe hé de manter a melhor harmonía com o Brasil afim de poderse sustentar.” (7)
Trescientos hombres juntan Rivera y Lavalle con la ayuda de Manuel, No son muchos, pero están bien pertrechados y sus proyectos son ambiciosos : apoderarse de la República Oriental, desde allí proteger a los caramunús, y luego, con el apoyo del imperio, tentar la insurrección unitaria en la Argentina.
Aun no habían cruzado la frontera cuando se produce un cambio radical en la guerra de los farrapos : Manuel, disgustado con el Imperio, se pasa con su ejército a los republicanos y jura fidelidad al Río Grande Independiente (marzo de 1837). Significa la victoria para éstos.
Junto con Manuel, Rivera y Lavalle se encuentran inesperadamente convertidos de caramurús en farrapos. Alarmado Rosas hace interrogar a Pinto por su ministro Felipe Arana sobre los alcances de la conversión del general imperial y sus aliados a la causa de Río Grande; Pinto elude y trata de “afeitar todas as suspeitas de existencia de humas mínimas relaçoes com os inimigos da Santa Causa da Federaçao”.(8)
Las cosas se presentan mal para el Imperio. En noviembre Gonçalvez escapa de su confinamiento en el Fuerte do Mar de Bahía y consigue volver a Río Grande a ponerse al frente de la República. Al mismo tiempo llega un italiano de espíritu aventurero y rara habilidad, a quien Gonçalvez propusiera ejercer el corso con la bandera independiente. Es José Garibaldi. Al poco tiempo se ha hecho de una escuadrilla y siembra el terror en la laguna dos Patos.
La causa comprometida, ahora está fuerte. En 1889 Garibaldi por agua, y el general farrapo David Canabarre por tierra, se apoderan de la provincia de Santa Catalina; la independizan de Brasil con el nombre de República Juliana, y la federan a Río Grande.
La conversión de Manuel provoca un vuelco en la actitud de los farrapos hacia la Confederación y el Estado Oriental. Manuel convence a Gonçalvez que es preferible la alianza de Rivera y Lavalle, que la federación con Rosas y Oribe. Aquellos dependerían de Río Grande que los ayudará a tomar el gobierno, mientras éstos se cobrarían su apoyo preponderando en la nueva república; es mejor ser acreedor que deudor.
José Mariano de Mattos, dirigente de la masonería de Río Grande y partidario de la nueva política, ocupa el ministerio de Relaciones Exteriores : el 21 de agosto de 1838 firma en Cangüe, con Andrés Lamas, representante de Rivera, y Martiniano Chilavert de Lavalle, un curioso tratado de ayuda militar y política. Río Grande apoyaría a Rivera y a Lavalle, y éstos a su vez a los farrapos.(9)
Tratado de Cangüe. (21 de agosto de 1836)
Rivera se compromete...
“Art. 1º – ... a hacerse elegir y proclamar por el pueblo oriental, en el más corto espacio de tiempo posible, Presidente de la misma República empleando toda su influencia.
“Art. 2º – Se obliga... a no descender jamás de la silla de Presidente sin pasar a ocupar inmediatamente el cargo de Comandante general de campaña, a fin de que pueda suceder a su turno a su propio sucesor... y así sucesivamente pasando de Presidente a Comandante y de Comandante a Presidente, por todo el tiempo que dure la actual guerra de independencia gloriosamente sustentada por el pueblo riograndense.
“Art. 3º – ... Río Grande se obliga a mantener con todas sus fuerzas y recursos, aún cinco años después de conquistada y reconocida la independencia... la influencia y preponderancia política del general Rivera en el Estado Oriental.”
No tenía grumos la tinta de los diplomáticos de Cangüe. Por la influencia de Manuel y de Mattos, los farrapos trocaban el claro apoyo de Rosas y Oribe – que llevaba a una federación o íntima alianza de los Estados del sur de América – por el engañoso de Rivera y los unitarios argentinos. La promesa de una “Federación del Uruguay” (comprensivo de Río Grande, el Estado Oriental, las provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, y tal vez el Paraguay) a constituirse con predominio de los farrapos, fue alentada por Rivera y Lavalle.
La “Federación del Uruguay” empezó en 1839; terminaría en Paysandú en 1842.
Fructuoso Rivera.
Iniciada con el apoyo imperial, continuada con el farrapo, la revolución de Rivera se impondría solamente por la ayuda francesa.
Francia, en conflicto con la Confederación Argentina desde fines de 1837, había bloqueado el puerto de Buenos Aires. Pero Rosas no parecía dispuesto a doblegarse ante los gabachos, y el bloqueo se prolongaba.
El almirante Leblanc necesita una base de operaciones en el Río de la Plata, y por pronta providencia se apodera de Martín García después de vencer la resistencia de la guarnición Argentina. Pero no basta la posesión de la isla y solicita, en forma amenazadora, que las presas del bloqueo puedan venderse en Montevideo y Colonia. Oribe se niega invocando la neutralidad oriental en el conflicto franco-argentino. (10)
El almirante dispone la eliminación del obstinado y su reemplazo por Rivera, más complaciente. Sus emisarios tienen en Santa Lucía una entrevista con éste, que ha iniciado ya la invasión del territorio oriental. Le facilitarán dinero y armas a cambio de su promesa de cooperar en la guerra contra la Argentina.(11) No por recibir ayuda, más o menos secreta, de farrapos y franceses, queda satisfecho Rivera; secretamente se pone en contacto con los agentes imperiales y les urge dinero a cambio de no cumplir sus compromisos de Cangüe. El caramurú Pedro Fernández Chávez lo provee en abundancia.(12)
Vencido por el bloqueo que el almirante Leblanc impone a los puertos uruguayos, y derrotado por Rivera en Palmar, Oribe se encuentra obligado a abandonar Montevideo y refugiarse en territorio argentino. Antes hace formal protesta por “la actitud francesa”. Rivera pasa a ocupar el gobierno de hecho del Estado Oriental. Llegaba comprometido más o menos secretamente con todo el mundo : unitarios argentinos, farrapos riograndenses, imperiales brasileños, franceses. Se habría ligado al mismo demonio si lo hubiera encontrado cerca de Montevideo con las faltriqueras bien provistas. A Fernández Chávez, el delegado imperial, lo ha convenciáo diciéndole que...
“...as circumstancias o tinham feito sucesivamente caramurú o farouphilha pará tirar de uns o outros. Pero seus sentimentos, comtudo, fóram sempre a favor dos legalistas, por causa dos quaes tiveram, em partem, suas desavenencas com Oribe.” (13)
Como informa éste a Río de Janeiro. Tiraba de todo. Sacaba francos al cónsul francés para preparar la guerra contra Rosas, y reis a Río Grande y Brasil para ayudar o exterminar, indistintamente, a los farrapos o a los caramurús. “Que insaciavel sede de dinheiro!” (14) exclamará, harto de sus apetencias, el nuevo diplomático imperial en Montevideo Almeida de Vasconcellos. Se comprometía con todos, para no hacer nada a favor de ninguno. Francos y reis salían de sus manos pródigas, apenas llegados, para correr a las ávidas de sus amigos sin que adelantaran los preparativos de su campamento en Durazno ¡ Cómo debió reírse en la intimidad el taimado caudillo de los macacos y gabachos que pretendían untarle la lanza en sus respectivos provechos! ¡Y de qué manera superlativa de los cajetillas que diariamente escribían en las gacetas de Montevideo que el riverismo era la “causa de la civilización”, de Lerminier, Lerroux, Massini y otros gringos!
Firmaba todo lo que le trajeran porqué no daba importancia a papeles y o palabras. Con tal de llegar con dinero, todo comisionado era bien recibido en Durazno.
Una noche del carnaval de 1839 fueron a su campamento el doctor Andrés Lamas y el cónsul francés Aimé Roger llevándole nada menos que la declaración formal de guerra contra la Confederación Argentina. Rivera, que estaba en un baile vestido de moro, la firmó sin leer y sin sacarse los guantes, y volvió al baile. No tenía intención de cumplirla porque había hecho proposiciones a Rosas, por medio del cónsul inglés Hood y de don Joaquín Muñoz, para pasarse a sus filas si se le mandaba el dinero suficiente; en prenda de lo cual hostilizaba la expedición “libertadora” que los franceses preparaban en Martín García bajo el mando de Lavalle. Rosas que tenía otra calidad de carácter contestó a los correveidiles con un seco Jamás trataré con Rivera.
Se afirma la política antirrosista en Río Grande.
No se hace el cambio total en la orientación de los farrapos después de la conversión de Manuel, sin que ocurran algunos episodios sospechosos.
El 19 de agosto de 1837 es entregado a los imperiales el comandante Lima é Silva, partidario de la federación con la Argentina y enemigo decidido de los unitarios y de Bento Manuel. Unos días después es misteriosamente asesinado por la guardia que lo conducía.
El 10 de mayo de 1839 parte en misión al Paraguay el prestigioso riograndense Antonio Manuel Correa de Cámara (que fuera en 1822 Encargado de Negocios del Imperio en Asunción) a fin de gestionar del Dr. Francia, Presidente Supremo de Paraguay, el reconocimiento de la nueva república. Como no es recibido por éste (15), va a la Argentina a negociar la federación. Carece de instrucciones precisas, pero ha de valerse de sus amplios poderes para iniciar las conversaciones con los gobernadores de la Confederación. Desde San Roque (Corrientes) escribe a Juan Antonio Romero, gobernador de Corrientes.
“Revestido de todos os poderes da joven Republica Riograndense, eo los tinha para ós por em evidencia antes de a confisçao de huma convençao ou tratado que tivesse por objecto constituir a Republica alliada ou federada a Nacçao Argentina.” (16)
Pone al tanto a Romero de las intrigas que ocurren en Piratinim y han demorado el paso. Mattos es “masón” y “unitario“, y estos “continuam a levar pelo cabresto a inorante bonhomía e naturale simplicidade da Presidente Gonçalvez”.(17)
En el mismo sentido escribe al general Pascual Echagüe, gobernador de Entre Ríos.
Correa da Cámara procura terminar con los “masones” y “unitarios” de Piratinim, y federar Río Grande a la Argentina. Llega a escribirle, desde San Roque, en ese sentido, a Bento Manuel el 15 de agosto de 1839. El mismo día Mattos envía a Cámara su cesantía “por sus originalidades”. La política “unitaria” de Manuel se afirma en Río Grande. El despechado comisionado remite a Rosas los documentos de su misión. (18)
Congreso de Paysandú. (octubre de 1842).
Después de su apogeo en 1839, la revolución de Río Grande empieza a declinar. La República Juliana tiene una efímera vida de cuatro meses, pues la antigua Santa Catalina será prontamente reconquistada por los imperiales.
En 1840 Bento Manuel, en otra de sus rápidas y originales conversiones, abandona a los farrapos resentido por no encontrar el puesto a que se consideraba acreedor; promete formalmente, no obstante, no tomar las armas a favor de los imperiales. Por esa defección los farrapos pierden la posesión de la ribera y se constriñen a defenderse en el interior. El 18 de septiembre de 1841 Garibaldi, tal vez porque la pérdida de la costa impide sus expediciones de corsario, escapa hacia Montevideo y desde allí se disculpa con el Imperio y obtiene su perdón. Ofrecerá luego sus servicios y su escuadrilla corsaria para hostilizar a la Confederación Argentina, que Rivera acepta complacido.
No obstante la defección de Manuel, Rivera sigue apoyándose en los farrapos. Estos al verle consolidado en la presidencia oriental le exigen que cumpla sus promesas de Cangüe, y retribuya en algo los beneficios recibidos.
El hábil Pardejón,(19) consigue convencerlos una vez más, en el pacto de San Fructuoso (28 de diciembre de 1841), que la salvación de la República independiente está en la caída de Rosas y la Federación del Uruguay. En consecuencia el general farrapo Souza Netto se pone a sus órdenes con una división (18 de enero de 1842) que toma parte en la batalla de Sauce Grande. También le llega dinero para separar las provincias litorales argentinas de la Confederación.
Los franceses, hartos de gastar francos y no sacar nada, han acabado por hacer la paz con la Confederación Argentina (octubre de 1840). Lavalle abandonado por los franceses en su expedición “libertadora”, ha sido derrotado por Oribe en Quebracho Herrado y Famaillá,, y acaba muriendo misteriosamente en una casa de Jujuy (8 de octubre de 1841). El ejército de Oribe se dirige hacia el litoral, donde el gobernador Ferré de Corrientes y Juan Pablo López, de Santa Fe, mantienen la resistencia antirrosista.
Gonçalvez empieza a desconfiar de Rivera y sus promesas de triunfo. Exige, o poco menos, que éstas se materialicen en algo concreto. Un día del mes de septiembre de 1842 se presenta en persona en el campamento de Rivera : las cosas no pueden seguir así, el mantenimiento del aliado inmóvil costaba a los farrapos más que su mismo frente de guerra. Es cierto que en Cangüe se había firmado la ayuda a Rivera “hasta cinco años después de llegar a la presidencia”, pero no había que exagerar. El farrapo se obstina en pasar revista a los gobernadores argentinos que Rivera dice tener bajo su influencia, y para quienes sacaba continuamente dinero y armas de Río Grande.
Rivera hace en Paysandú un engaño semejante al de Santa Lucía, años atrás, para extraerle dinero a los franceses. Prepara un desfile de gobernadores. Cita por circular a los de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y “autoridades del Paraguay”. Paraguay no contesta; Entre Ríos y Santa Fe han sido ocupadas por Oribe. Pero Rivera no es hombre de achicarse y presenta formalmente a Rento Gonçalvez al general Paz y a Mascarilla López (20) como gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe; también a don Pedro Ferré, de Corrientes, el único efectivo de la reunión.
De ese congreso de Paysandú integrado por tres gobernantes efectivos (Gonçalvez, Rivera y Ferré), y dos in partibus (Paz y López), surge el “protocolo” del 14 de octubre, para formar...
“... un todo compacto... para el buen éxito de la lucha contra el tirano, Juan Manuel de Rosas... bárbaro opresor de aquella República (la Argentina), cuyas libertades y organización eran el fin que tenían al combatir.” (21)
Confirmando lo resuelto anteriormente en Galarza por Rivera y Ferré, se ratifica el mando del ejército de la “Federación del Uruguay” a Rivera. El general Paz comprende entonces, después de verse preferido por Rivera, que “los intereses argentinos no están consultados”, y dispone“separar mi persona (ni provincia ni ejército tenía) de la lucha”, como dice.(22) Se va a Montevideo a denunciar a las autoridades imperiales la presencia del farrapo en la reunión. Que por supuesto no había pasado inadvertida a éstas.
Gonçalvez no firma el protocolo de Paysandú, pues se lo convence de mantenerse al margen hasta la victoria final para evitar conflictos con Brasil. Con la comedia de Paysandú el ingenuo presidente de Río Grande queda satisfecho del prestigio de su protegido de Cangüe y San Fructuoso, que podía llamar ante sí a tres gobernadores argentinos.
Tratado del 24 de marzo de 1843.
Poco después de la conferencia de Paysandú, Rivera es completamente derrotado por Oribe en Arroyo Grande, territorio argentino de Entre Ríos (diciembre). La presencia de Gonçalvez en Paysandú y la derrota de Rivera, deciden al gabinete imperial (Honorio Hermeto Carneiro Leao, Rodríguez Torres, etc.) a un cambio en su política rioplatense. La esperanza de recuperar el Estado Oriental, o impedir la influencia argentina, deben ceder ante la perspectiva más inmediata de perder definitivamente a Río Grande.
En marzo de 1843, Honorio ofrece a Guido, ministro argentino en Río de Janeiro, una formal alianza para terminar conjuntamente, Rosas y Brasil, con farrapos, unitarios y Rivera. Guido asiente con entusiasmo, pues la propuesta llegaba en un momento difícil para Rosas amenazado de una intervención anglofrancesa. Con la alianza brasileña se aleja la posibilidad de la ingerencia europea, se afianza a Oribe para recuperar el Estado Oriental y se concluye el foco de propaganda y acción antirosista de Montevideo. En cambio, ¿qué arriesgaba Rosas? Contribuía a terminar con los farrapos, ya abiertos enemigos suyos y aliados de Rivera y los unitarios.
Las bases propuestas por Honorio a Guido consisten en una acción común contra Rivera y los farrapos, dando preponderancia a la ingerencia brasileña en Río Grande, y a la argentina en el Estado Oriental.
Guido no lo piensa mucho: la alianza le parece tan favorable a los intereses políticos de Rosas, significaba de manera tan elocuente la consolidación definitiva de gobierno y la influencia argentina en la Banda Oriental que, con premura, redacta el proyecto. Este dispone la “alianza ofensiva y defensiva de la Confederación Argentina y el Imperio de Brasil” empleándose...
“.. todas sus fuerzas de mar y tierra contra los rebeldes de San Pedro del Río Grande, y contra el poder y autoridad que ejerce Fructuoso en la República Oriental...
“Las fuerzas argentinas en territorio brasileño serían mandadas por el jefe del ejército imperial, y las brasileñas en territorio oriental por el jefe de las fuerzas de la Confederación...
“Terminada la guerra... no será permitido a Bento Gonçalvez ni a los otros jefes rebeldes residir en el territorio oriental ni en la Confederación Argentina. El gobierno imperial se compromete igualmente a expulsar del territorio brasileño a Fructuoso Rivera y otros jefes que indicará el gobierno de la Confederación Argentina. Los demás asilados no podrán residir en territorio brasileño a menos de 200 leguas de la frontera...
“Se firmará a la mayor brevedad posible el tratado definitivo de límites.” (23)
Honorio, jefe de gabinete y ministro de Negocios Extranjeros de Brasil, encuentra conforme el proyecto; y como espera oponer a Inglaterra un frente unido argentino-brasileño, se apresura a firmarlo el 24 de marzo. Guido, por la misma urgencia, lo hace sub sperati de la aprobación descontada de Rosas. Es remitido con urgencia a éste. Y sin aguardar su respuesta el emperador lo ratifica. (27 de marzo)
Rosas rechaza la alianza. (abril).
Con sorpresa para todos, Rosas lo rechaza. El 18 de abril devuelve el tratado a Guido porque...
“... sin la concurrencia del Gobierno Oriental (Rosas reconocía como tal a Oribe) aparecería humillada la Suprema autoridad legal de aquella República, y violada su soberanía e independencia.” (24)
La actitud de Rosas ha sido juzgada diversamente. El brasileño Pandiá Calógeras, sin ir más allá de su ventaja inmediata para Rosas y la “ofensa al emperador” que había ratificado el convenio, dice :
“fue un gran error del gobierno argentino... En 1848 Brasil admiraba a Rosas y acreditaba que le merecía confianza. Después del rechazo del tratado, además de la ofensa no provocada que se hacía a nuestro país, tornábase público el malquerer de nuestro vecino para con nosotros. Era, pues, mera prudencia natural las consecuencias... si el tratado hubiera sido ratificado por el Dictador argentino, probablemente el orden se habría restablecido al poco tiempo evitándose las cosas que llevaron a la guerra de 1852.” (25)
El punto de vista oriental lo da Luis Alberto de Herrera :
“Gesto internacional de singular gallardía y lealtad, cumplido sin el menor aparato, con toda naturalidad, cual es la ley de las relaciones honorables... Nada pesó el interés material frente al derecho público; inadmisible que los fronterizos dispusieran del destino oriental sin previa anuencia... Dígase lo que se quiera, lo cierto es que el tratado propiciado por el Imperio vulneraba nuestra soberanía, disminuía nuestra personalidad : a lo que la Confederación Argentina no se prestó.” (26)
Rosas conocía bien la vieja altivez de la tierra de Artigas. Imponiendo con ayuda brasileña un gobierno amigo en Montevideo – por más que fuera el “gobierno legal” expulsado por los franceses en años anteriores –, levantaría en contra suya y de la Confederación el susceptible espíritu de independencia uruguaya. Y Rivera, que por dinero se había entregado a todos los extranjerismos, vería caerle inesperadamente en las manos la bandera de la defensa de la soberanía oriental, mientras Oribe, expulsado en 1838 por defender la libre determinación de su pueblo, aparecería como instrumento de una pacificación resuelta desde afuera.
La herida uruguaya sería difícil de cerrar, y alejaría para siempre la posibilidad de formar entre los estados del Plata un bloque sólido de mutua comprensión y común respeto. El carácter férreo de Rosas, su escaso temor ante las complicaciones internacionales (aunque vinieran en forma de una intervención de Inglaterra y Francia), le permitían trazar con seguridad las líneas de su política sin modificarlas por las conveniencias del momento.
Los gobernadores brasileños comprendieron quién era Rosas, y el gran peligro que encerraba su política. Comprendieron que su decantada “ambición” no lo llevaba a reconstruir el virreinato del Plata como decían los unitarios, apoderándose con mayor o menor prepotencia del Uruguay, Paraguay y Bolivia. Que trazaba algo más seguro y definitivo : la solidaridad de los estados surgidos del tronco español, en igualdad de posiciones, respetando sus autonomías y defendiendo sus personalidades. Eso era el sistema americano del que hablaban sus gacetas.
Comprendieron que Rosas, al rehusar el espléndido regalo del Estado Oriental que le hacía intencionalmente Brasil no era un Santa Cruz de Confederaciones endebles como la Perú-Boliviana recientemente caída con estrépito. El creador de la Confederación Argentina era un político de largas vistas, coraje, patriotismo y habilidad. Un hombre así al frente de las repúblicas del Plata (a las cuales, tal vez, se añadiera Río Grande), significaría tarde o temprano la caída del Imperio y la disolución de la unidad brasileña, o por lo menos su pérdida de gravitación en el continente. Desde entonces la política imperial tendrá como finalidad la caída de Rosas. Iba en el juego la existencia de Brasil y de la institución monárquica.
Fin de la República Independiente de Río Grande. (febrero de 1845).
La tendencia argentinista, se mantenía entre los viejos farrapos, pese a las complacencias del gobierno de Gonçalvez con Rivera.
Antonio Paula de Fontoura, que fuera en 1834 el primer comisionado de Gonçalvez ante Rosas, ocupaba en 1842 el ministerio de Hacienda de la república. Renunciará el 12 de diciembre de ese año, al conocer el verdadero objeto del viaje del presidente a Paysandú. Llevado por su carácter impulsivo llega a llamarle mulato a José Mariano de Mattos, a quien considera responsable de la orientación política antirrosista.(27) Poco después Fontoura aparece misteriosamente asesinado en las calles de Alegrete, por entonces capital de la República (8 de febrero de 1843).(28)
La resistencia de los farrapos se derrumba después del asesinato de Fontoura. Desde septiembre del año anterior, Luis de Lima é Silva, conde de Caxias, había sido nombrado jefe de las fuerzas imperiales que operaban contra los revolucionarios. En diciembre ha ofrecido a Bento Manuel – a quien asciende a Mariscal – un puesto en el ejército de los caramurús: no obstante su promesa de neutralidad, Manuel lo acepta.
Las derrotas de los revolucionarios se suceden : en marzo de 1843 son vencidos en Cima da Sena, en mayo en Poncho Verde. En agosto, Gonçalvez, acusado de complicidad en la muerte de Fontoura, debe renunciar a la presidencia; Canabarro toma el mando militar de la expirante República.
Caxias ofrece una paz honrosa. No habrá vencedores ni vencidos si los rebeldes reconocen al emperador y acatan a las autoridades imperiales. Mientras se delibera, Mattos se hace apresar (junio de 1844) por el jefe caramurú “Chico Pedro” (Francisco Pedro de Abreu), llamado el Cid Riograndense, el destemido guerrilheiro (imperial).
En octubre Vicente Fontoura, hermano de Paulo, es comisionado por los farrapos para negociar las definitivas condiciones de paz. Conferencia con Caxias en Bagué; las propuestas son aceptables : a nadie se perseguirá por la rebelión, los rebeldes serán admitidos en la guardia nacional, ejército de línea y en los cargos públicos, en el mismo pie que los leales.
El 10 de noviembre regresa Fontoura al campamento de Canabarro en Porongos, y el Congreso de Río Grande acepta las condiciones; el comisionado parte a Río de Janeiro para hacerlas ratificar por el gabinete. Las operaciones militares quedan detenidas. Los farrapos son dueños del interior y los caramurús de la costa, posiciones que no han variado mayormente en los años de lucha.
Aprovechando la tregua, Chico Pedro cae sorpresivamente sobre el campamento de Canabarro y se da el gusto de destrozar al último ejército republicano. Caxias lo desaprueba con estrépito, pero el destemido guerrilheiro con sus fuerzas irregulares está bajo el control del jefe imperial. Será premiado con un título de nobleza : barón de Sacuhy.
Fontoura regresa con la paz y una amplia amnistía (enero de 1845). En Río de Janeiro quieren terminar cuanto antes la guerra, pues las relaciones con la Confederación Argentina se encuentran tirantes. El vizconde de Abrantés ha partido a Londres y París a gestionar su intervención contra el Plata. En la proclama de paz, Sanchara anuncia la inminente guerra contra los castelhanos como motivo de la pacificación :
“Um poder estranho ameaça a integridade da Imperio, e tao estólida ousaria jamaís deixaria de écoar nos coraçoes brasileiros. O Río Grande nao será o theatro de sus iniquidades, e nós partilharemos a gloria de sacrificar os ressentimentos criados ao furor dos partidos, ao bem geral do Brasil.” (29)
Párrafo sin duda introducido por Caxias, como prenda de brasileñismo de los farrapos. Los caramurús quisieron celebrar en Porto Alegre un te-deum por la victoria. Caxias les niega permiso, y hace rezar en cambio un solemne funeral “por todos los caídos en la lucha”. Gesto hábil que le valdrá el nombre de Pacificador.
Citas:
(1) "... desde la hora en que los liberales del Continente, irguiesen una bandera que tradujese de manera indudable sus efectivas aspiraciones). Según el informe secreto de Duarte de Ponte Ribeiro, comisionado en Buenos Aires, a la Cancillería Imperial (18-IX-36), trascripto por ALFREDO VARELA, Duas grandes intrigas, mysterios, internacionaes attinentes ao Brazil, Argentina, Uruguay e Paraguay, t. II “A intriga republicana” p. 841 (Porto, 1919). En abril de 1885, cuando Rosas con la sume del poder, asume por segunda vez el gobierno, Fontoura regresó en nueva misión a Buenos Aires; habría obtenido del Restaurador argentino la promesa de ayuda siempre que los riograndenses erguessem uma bandeir« definida, clara, insophismavel (irguiesen una bandera definida, clara, sin sofismas) VARELA II, 434. Una tercera misión de Gonçalvez – la de Eliseo Antunez Maciel – irá en septiembre a Buenos Aires, apenas iniciada la revolución. Maciel solícita la ayuda prometida “visto ter já dado o passo que desmascarava a revoluçao (visto tener dado ya el paso que desenmascaraba la revolución). Pero Rosas no se habría mostrado satisfecho con las ambigüedades de las primeras proclamas farrapas, y habría prometido solamente “darles facilidades” a los insurrectos. (informe secreto cit. en Ibidem II, 460.
(2) WALTER SPALDING: A revoluçáo faroupilha (Sáo Paulo, 1939) p. 47.
(3) VARELA: Ob. cit. Il, 419.
(4) Informe de Ignacio Joaquín de Camargo al Comandante de la frontera de Alegrete, Mayor Antonio Alexandrino (VARELA II, 496). No he encontrado esta circular en los archivos de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes; pero ello no obstaría a su existencia pues era costumbre destruir los papeles reservados.
(5) (En nombre de los libres de esta parte de América, reclamo de V. E., que siempre se ha presentado como un denodado defensor del sistema federativo, su enérgica y valiosa protección. No consienta V. E., que los retrógrados unitarios triunfen de los libres federales riograndenses.
V. E., no ignora la protección que Fructuoso Rivera y sus cómplices han dado escandalosamente al traidor Bento Manuel. Son los mayores campeones de la monarquía en el Brasil, ya que la suerte de esta provincia se encuentra ligada al Estado vecino. Finalmente, Señor. La independencia de Río Grande del Sur, y la federación con ese Estado, están solemnemente proclamadas por las fuerzas liberales que se hallan en campaña. Protéjalas V.E., y la causa de la razón y la justicia triunfarán, y el nombre de V. E., será repetido con la gratitud y el respeto a que se volverá acreedor el Protector de la independencia de la República de Río Grande).
Este valioso documento, desconocido hasta el presente, lo he encontrado en el Archivo General de la Nación de Buenos Aires, en una carpeta de desechos titulada “Varios” (S X, C 1, A 7, nº 11). Junto con los demás que doy en el presente trabajo prueba acabadamente, no ya el propósito separatista de los farrapos – exteriorizado a todos los vientos en su declaración de independencia –, sino a la federación con la República Argentina, negada por los historiadores brasileños.
(6) (... para tratar con él de esa República, negocios, no solamente referentes al reconocimiento de su independencia y soberanía, más también a la buena amistad y recíprocos intereses de ambos Estados) Archivo General de la, Nación, Buenos Aires, (mismo legajo citado en el anterior).
(7) (... apoderándose el general Rivera del mando de la República, hará cesar la protección que al presente se acuerda a los rebeldes, de los cuales es odiado; y como ha roto absolutamente con el gobierno de Buenos Aires, necesariamente ha de mantener la mejor armonía con el Brasil a fin de poder sustentarse), transcr. por LUIS ALBERTO DE HERRERA La seudo historia para el Delfín, (Montevideo, 1947), II, p. 111.
(8) (... alejar todas las sospechas de existencia de las más mínimas relaciones con los enemigos de la Santa Causa de la Federación). Archivo General de la Nación, Buenos Aires (legado citado).
(9) Tranc. por HERRERA, Ob. cit., II, 144 y sgts.
(10) Luis Alberto de Herrera ha estudiado exhaustivamente, en Por la verdad histórica (Montevideo, 1946) y La Seudo Historia para el Delfín (Montevideo, 1947), y ampliamente documentada, las causas de la caída del Presidente Oribe en 1838. Por lo demás expresadas por éste en su nota de protesta al dejar el cargo.
“En las cercanías de Santa Lucía, Rivera atrae otra vez al ministro francés, con quien proyecta un empréstito. Para mejor lograrlo recibe al visitante con un desfile militar de gran aparato. En la ceja del bosque van entrando los escuadrones, y uno tras otro vuelven por detrás a incorporarse al desfile, mientras en la espesura cambian de poncho. Con distinto color las tropas siempre son las mismas y el ejército abulta a un número que llega a mil. Y en total son siempre los mismos 300 ó 400 hombres”. TELMO MANACORDA, Fructuoso Rivera (ed. Austral), p. 118.
(12) Las conferencias entre Rivera y Chávez tuvieron lugar en las Chacras de Toledo. Extracta Manacorda la relación reservada del brasileño a su gobierno: “Hablaron varias veces: Rivera le adelantó planos y propósitos : iría a hacer la guerra a Rosas, pasaría al Entre Ríos... Cuando podía apuraba las exigencias... pidió medio millón de pesos... Al final el agente del Brasil concluyó por prometer a Rivera 500 onzas de oro si se desligaba de los farrapos de Río Grande. Después, todavía, le entregó 800, no 500. Arriesgué para ganar, dice el brasilero. Le gané de mano, dice Rivera”. (MANACORDA, Ob. cit, 121).
(13) (...las circunstancias lo habían hecho sucesivamente caramurú o farrupilla para sacar partido de unos y otros. Pero sus sentimientos, con todo, estuvieron siempre con los legalistas, por causa de los cuales tuvieron origen, en parte, sus desavenencias con Oribe) HERRERA, La seudo historia, etc., II, 133.
(14) (¡Que insaciable sed de dinero!) HERRERA, La seudo historia, etc., II. 175.
(15) Gaspar Rodríguez de Francia se negó, sistemáticamente, a recibir a todo enviado extranjero. Sin declarar la independencia de Paraguay de la Confederación Argentina, lo mantuvo en un completo aislamiento. Muerto el Dr. Francia en 1840, sus sucesores declararon la independencia en 1842. Que Rosas, como Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación, se negó a reconocer, sin tomar, no obstante, medidas de coerción contra los paraguayos; y en ocasiones favoreciendo su comercio y las buenas relaciones “con las restantes provincias hermanas”, como decía. Solamente no daba el tratamiento de Presidente al Dr. Carlos Antonio López, ni de República a Paraguay, ni expedía su correspondencia por la secretaría de Negocios Extranjeros. Amablemente, por el ministerio de Gobierno, se dirigía “al gobernador de esa provincia” haciendo votos por su regreso a la Confederación.
(16) (Revestido de todos los poderes de la joven república riograndense, los tengo para ponerlos en evidencia antes de la confección de una convención o tratado que tuviese por objeto constituír la República aliada o federada de la Argentina). Archivo General de la Nación, Buenos Aires, legajo citado anteriormente. Subrayado mío.
(15) (...continúan a llevar por el cabestro la ignorante bonhomía y natural simplicidad del Presidente). Archivo General de la Nación, Buenos Aires, legajo citado anteriormente.
(18) Por eso se encuentran en el Archivo General de la Nación de Buenos Aires.
(19) Mote de Rivera.
(20) Juan Pablo López, por mote Mascarilla, había sido gobernador de Santa Fe, por la sola circunstancia de ser hermano del gran caudillo del litoral General Estanislao López, fallecido en 1838. No obstante darle a Rosas su ascensión, Mascarilla se pasó a sus enemigos por haber sido diferido en el mando del ejército federal al que aspiraba. En 1842 fue desalojado de Santa Fe por Oribe, y buscó refugio cerca de Rivera.
(21) Memoria de PEDRO FERRE, (Bs. Aires, 1921), pp. 881 y sgts.
(22). Carta del General Paz a Ferré en la Memoria cit., de este último. En las desmemoriadas Memorias del General Paz, nada se dice del Congreso de Paysandú. Las referencias las he tomado de las de Ferré.
(23) Un extracto de este convenio lo da VICENTE Quesada, La Política del Brasil en el Río de La Plata (Bs. As., 1918). Rosas lo publicó completo en el año 1851 en La Gaceta Mercantil (nº. del 14 de julio) y Archivo Americano, (1851, entrega 2).
(24) Ibidem.
(25) J. PANDIA CALOGERAS : Formaçao Histórica do Brasil (4ª ed., Sao Paulo, 1945), p. 298. Traducción mía.
(26) HERRERA : Ob. cit., II, 191/92.
(27) SPALDING : Ob. cit., 837.
(28) SPALDING : Ob. cit., 340.
(29) Un poder extraño amenaza a la integridad del Imperio, y tan grande osadía jamás dejará de encontrar eco en el corazón de los brasileños. El Río Grande no será teatro de sus iniquidades, y nosotros compartiremos la gloria de sacrificar los resentimientos creados en el furor de los partidos, al bien general del Brasil). Estas palabras motivarían una reclamación Argentina al gobierno brasileño.
Rosas y la república independiente de Río Grande – Revista del Instituto J.M. de Rosas nº 17 año 1958
Fuente: www.lagazeta.com.ar
Uruguay y el "problema" de no tener desocupados.
Tener bajo desempleo es una victoria y no un motivo de queja. Sin embargo, el hecho de que la desocupación en Uruguay haya alcanzado mínimos históricos, ha causado cierta preocupación entre algunos economistas, compañías de recursos humanos y empresarios.
Ubicada en 6,1%, la tasa de desempleo de este país podría ser envidiada por muchas naciones desarrolladas.
Al igual que España hoy, Uruguay llegó a tener al 20% de su población desempleada durante la crisis que afectó al país en 2002.
Pero el crecimiento económico superior al 6,5% anual que se ha registrado en los últimos seis años ha permitido que esa tasa descendiera y que hoy el desempleo sea estructural.
Si bien se podría pensar que esta es la situación ideal, también genera problemas.
"Las empresas se están empezando a quedar sin trabajadores para incorporar. Es complicado conseguir mano de obra en Uruguay, no sólo calificada, sino personas con buena disposición para trabajar", aseguró a BBC Mundo el economista Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere.
El otro problema que surge del bajo desempleo, explicó el economista, es que puede traer presiones inflacionarias.
"Al no poder incorporar gente desempleada, se va a dar una 'guerra de salarios', en la que las empresas van a empezar a pelear por los trabajadores. El aumento de salarios en algunos sectores se termina trasladando a los precios y eso genera cierta inflación", indicó.
Federico Muttoni, gerente de la Consultora de recursos humanos Advice, dijo a BBC mundo que "el crecimiento sostenido de la economía en los últimos años, el aumento de la inversión extranjera directa como nunca antes, el crecimiento agrícola y forestal, ha generado nuevos puestos de trabajo y ahora es difícil satisfacer la demanda de técnicos".
"Se buscan obreros"
La situación se agravará próximamente, según dijo a BBC Mundo Juan Manuel Rodríguez, director del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), debido a varios proyectos que comenzarán a desarrollarse este año y los siguientes, como la construcción de la planta de celulosa de la empresa conformada por las papeleras Stora Enso y Arauco, o la minera Aratirí, que requerirán de entre ocho mil y diez mil trabajadores.
De hecho, el sector de la construcción es uno de los que está atravesando más dificultades para encontrar obreros. Tal es así que la Cámara de la Construcción propuso esta semana al Ministerio de Defensa capacitar a militares para desempeñarse en ese rubro cuando sea necesario y que luego puedan retornar al servicio militar si lo desean.
Otra solución, propuesta por las autoridades uruguayas a las del gobierno español hace unos meses, fue dar incentivos a los uruguayos que viven en España y que trabajaron allí durante el boom de la construcción, para que regresen al país a desempeñarse en ese sector.
La falta de personal capacitado se da en variados rubros, como la industria mecánica o la de tecnologías de la información. Según Rodríguez, la INEFOP está adaptando la oferta de cursos para reconvertir a trabajadores poco calificados o que trabajan en sectores en los que hay menor demanda, dirigiéndose a la población donde la tasa de desempleo es más elevada que la media, como jóvenes y mujeres.
"El grado de rotación de los jóvenes es mayor; encuentran trabajo pero no tienen las habilidades básicas para mantenerlo. Hemos tenido casos por ejemplo en la industria automotriz, donde se contrató a trabajadores jóvenes que no tenían hábitos de trabajo y la experiencia fue muy negativa". Por eso, el instituto pone énfasis en trasmitir no sólo conocimientos técnicos sino también habilidades básicas como la importancia del trabajo en equipo, adecuarse a las normas, recibir órdenes, etc.
¿Qué se puede hacer?
Todos los especialistas consultados coinciden en que se debe comenzar ya con la reforma del sistema educativo para mejorar la calidad de la enseñanza, un tema que ha sido objeto de discusión durante años y que el presidente José Mujica se comprometió a concretar durante su gestión, todavía sin éxito.
Según Neker de la Llana, gerente de servicios profesionales de la firma de reclutamiento de personal Manpower, se debe adaptar el sistema educativo a las necesidades laborales actuales.
"El currículo en Uruguay es algo rígido, dificulta los cambios de orientación. Si en Secundaria uno hace un bachillerato y luego decide cambiar de idea y seguir otra carrera en la Universidad, en muchos casos tiene que volver a hacer bachillerato", explicó. La clave, dijo, es la reorientación de personas hacia carreras en las que se sabe que van a tener una buena inserción laboral.
En Uruguay, las carreras más populares son Derecho, Medicina y Psicología, mientras que los ingenieros, especialmente de Sistemas, son los profesionales más requeridos.
Muttoni, de Advice, agregó que debería incentivarse la formación técnica en cursos cortos que tienen una rápida inserción laboral.
"Las dos carreras más populares son abogacía y medicina. En esas dos áreas hay muchos más estudiantes que en otras cruciales para el desarrollo", aseguró. Según dijo, "se cree que ser doctor universitario es mejor que técnico electricista pero (esta última profesión) te asegura un trabajo e inserción más rápida que la de un abogado".
martes, 18 de enero de 2011
Historia de diario El Telégrafo de Paysandú. Uruguay.
Diario histórico de Paysandú. Poseedor de varios hitos para la región norte del país.
Ay Carmela! Al Uruguay no voy.
Me pareció novedoso lo que encontré en la red. Una película española ambientada en la guerra civil y la actuación de estos personajes que cantan la canción "Al Uruguay no voy". La razón: teme naufragar. Que curioso no?
Producción española dirigida por Carlos Saura
1990: 13 premios Goya: incluyendo mejor película, director, actor y actriz / Drama. Comedia / SINOPSIS: Un grupo de cómicos ameniza como puede a los soldados republicanos durante la Guerra Civil, pero están cansados ya de pasar penalidades en el frente. Carmela, Paulino y Gustavete se dirigen a Valencia pero, por error, van a dar a la zona nacional. Allí, son hechos prisioneros. La única manera de salvar sus vidas es interpretando una comedia que choca de lleno contra las ideas de los cómicos. (FILMAFFINITY)
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Alabada película de Saura con guión de Rafael Azcona. Una tragicomedia ambientada en la Guerra Civil Española que cosechó excelentes críticas y un gran éxito de público. (FILMAFFINITY)
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El mensaje de la película es la inhabilidad de escapar de la guerra. Carmela, Paulino y Gustavete utilizan arte para escapar de la guerra, pero se dan cuenta que no pueden. Saura nos demuestra que cuando está ocurriendo la guerra, esta se encuentra por todas partes. Incluso cuando los tres ejecutantes están intentando entretener a los soldados, allí son recordatorios brutales del dolor de la guerra. El último recordatorio es cuando Carmela muere.
La conclusión de la película es muy triste, obviamente. La muerte de Carmela representó para Paulino el silencio de las libertades de los republicanos. El momento de la muerte de Carmela es el de mayor simbolismo directo de la derrota de libertades republicanas.